Ésta ciudad sigue oliendo a tí,
risas y peleas,
ciudad azul con corazón oscuro.
Antes, la ciudad del amor,
ahora, la ciudad sin ley.
El día del pecado es volver sin tí.
Y ahora, aquí encuentro el mar,
y el frío viento golpea mi cara.
Y ahora, encontré el mar,
encontré el mar.
me gustaria escuchar una canción tuya :)
ResponderEliminarQue malo es, sí.. sobretodo al principio..y entre medias.. y al final... luego.. no es tan malo :)
ResponderEliminarHay que aprender a dormir solo también, no crees?
Tu poema tiene cierto sabor nostálgico.. No me gusta mucho ese sentimiento..
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