Portátil encima del estómago, mi cabeza sobre dos cojines, y tumbado en la cama veo que, en mi mesilla hay un paquete de tabaco casi lleno (le faltan tres cigarrillos), un mechero que me han regalado, una armónica en Re, el mando de la tele que nunca enciendo, un cigarro gracioso sobre el cenicero rosa, y un libro que dejé a medias.
Bajo la mesita hay una revista gratuíta, mi cuaderno que, ha pasado ya el ecuador de páginas escritas, y un libro fantástico que estoy leyendo ahora.
Cuatro guitarras, dos de ellas eléctricas (Dios sabe cuando las daré uso nuevamente), un guitarrín con cuerdas de española, y Martina.
Cuadros torcidos y estropeados.
Montones de fotos, todas ellas de años pasados, quiero romper la pared, y que por el agujero se vayan todas ellas - pienso.
Un par de barcos, muy bonitos.
Una silla repleta de ropa limpia y tres pares de zapatillas jugando al escondite.
Hay más cosas, claro, pero no acabaría nunca.
Ah! también hay un teléfono que no suena...
y desorden en todo lo que habita en mis metros cuadrados.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl libro es el de Woody? Yo tb me lo estoy leyendo...
ResponderEliminarESta noche no podemos ir tío, porque colaboro como ilustrador en una revista (Plástica), y hoy hacen una fiesta a la que tengo que ir para conocer en persona a la gente, y no creo que me dé tiempo...
A ver si te podemos ver pronto tío, que hace mucho que no te vemos y ya hay ganas (lo del freeway no cuenta, que llegamos tarde).
Un beso, y mucha mierda para esta noche, hermano.
(El comentario de arriba es que se me saltó el enter)