Ya en tierra, me despido de ese barco que tanto brilla, y me despido con fuerza.
Quizá me coma mis palabras, se va lejos por un bien preciado.
Quizá me coma mis palabras, se va lejos por un bien preciado.
La triste sátira del vaquero que se convirtió en marinero
¿Y eso? ¿Dejas el barco? Lástima...
ResponderEliminarSiempre está bien llegar a tierra sano y salvo, estaba mareado de tantas olas, pero todo volverá a su cauce...espero :)
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